Las maldiciones generacionales tienen ese toque oscuro y trascendental que viene de la mano de la poca tolerancia de dios para con sus hijos descarriados. Las generaciones posteriores, es decir: los hijos, nietos y bisnietos tienden a heredar la conducta amoral de sus progenitores para así poder ir limpiando el pecado que se ha cometido con dios.
Si nos vamos a la Biblia, en el Éxodo 20:5 se suscribe la implicación de las dependencias posteriores con la marca del pecado que no se ha limpiado. Por lo que es normal que la segunda, tercera y cuarta en fila tenga que experimentar las maldiciones generacionales para al fin agradar a dios.
Aunque debemos aprender ciertos términos que nos ayudarán a profundizar de forma eficiente en este tema controversial.
- Generacional: aquí hablamos de un periodo de 30 años, que comprende entre el nacimiento de los progenitores y su descendencia.
- Ancestros: de donde descendemos. Antepasado directo de una persona.
- Maldición: es la profundo intención de que la destrucción y la fatalidad marquen a una persona o familia. O también un conjuro destinado a causar daño a un tercero,
¿Cómo se hacer una maldición generacional?
Según la religión cristiana todo hombre que se vanaglorie de sí mismo o deposite su confianza en otro en vez de dios será un ser maldito. Pero, ¿Qué son exactamente las maldiciones generacionales? Remontándonos atrás en el tiempo, tenemos que en el jardín del edén, Adán y Eva vivían en armonía y equilibrio con dios hasta que pecaron.
Esto originó que el diablo o el mal tuvieran cabida en la vida de los hombres. Acabando con la confianza infinita que había depositado dios en el hombre. De allí se pudiera decir que se estipula el origen preciso de las “maldiciones generacionales” por excelencia. Ya que del pecado original los hombres han tenido que expiar sus actos.
En ese sentido, en propias palabras de dios, en este pasaje de Jeremías 17: 5-6
“Maldito es el hombre que confía en el hombre y le da cuerpo a su fuerza, cuyo corazón del señor. Es como un arbusto en el desierto, y no verá venir nada bueno. Habitará en los lugares secos del desierto, en una tierra de sal deshabitada”.
Jeremías 17: 5-6
De tal manera, las maldiciones generacionales que preceden al acto que llevaron a cabo Adán y Eva nos mantienen atados a los seres humanos por toda la eternidad. Los que nos confiere esa sensación de desagrado que profesa dios ante cualquier conducta de rebelión u orgullo propio.
Ante esto dios mandó a su hijo, quien estuvo en la tierra y murió por nosotros en la cruz para expiar nuestras culpas. Pero ello debe ser limpiado por siempre, y el amor infinito de dios solo podrá librarnos de una vida indeseada.
Recordemos este Proverbios 16: 18
“El orgullo va antes de la destrucción, y el espíritu altivo antes de la caída”.
Proverbios 16: 18
Otro causante de las maldiciones generacionales es el miedo. El miedo a combatir el mal con el bien de dios. Esto nos conduce por un camino ciego en el que terminamos manipulando magias oscuras.
El pecado nace de la ignorancia, de la incapacidad de enfocar tus energías en la voluntad de dios, deshonrando con tu orgullo y prepotencia. Lo que obliga a una persona a realizar actos deleznables como asesinato o el daño hacia sus semejantes.
Lista de Maldiciones generacionales más comunes
Para saber que es una maldición generacional debemos comprender cuales son y cómo funcionan las maldiciones generacionales. Entonces nos avocamos a comprender el mal que nos aqueja, diferenciando las causas para ir limando las consecuencias.
- Depresión.
- Inestabilidad emocional.
- Problemas mentales del tipo rabia, ira y miedo.
- Enfermedades por herencia.
- Adicciones de drogas.
- Alcoholismo.
- Problemas con el dinero.
- Promiscuidad y adulterio.
- Propenso a los accidentes.
- Heridas incurables.
- Problemas de relaciones interpersonales (divorcio, malentendidos familiares).
- Infertilidad y esterilidad.
Estas maldiciones generacionales no siempre tienen que ser hereditarias. También se puede tratar de una conducta repetitiva que se hace un hábito nocivo.
Enfermedades hereditarias
En cuanto a este tema de las enfermedades hereditarias, se presentan casos notables que marcan toda una descendencia con el pecado de algún familiar. En este caso revisemos este pasaje de Deuteronomio 28:21
“El señor hará que la pestilencia se te pegue, hasta que te vaya consumido de la tierra., a donde vayas a poseerla. El señor te castigará con el consumo, con la fiebre, con la inflamación, con la quema extrema, con la espada, con la explosión y con el moho; y te perseguirán hasta que perezcas”.
Heridas incurables
Esta experiencia tan desagradable de maldiciones generacionales. Las sagradas escrituras nos dicen: “El señor te herirá las rodillas y en las piernas, con un dolor que no se puede curar, desde la planta del pie hasta la parte superior de tu cabeza”. Deuteronomio 28:35
Aquí se refiere a discapacidades tanto motoras como mentales en los afectados.
¿Cómo se rompe una maldición generacional?
A ciencia cierta la cura para una maldición generacional tiene que hacerse a través de la ayuda profesional o con un profundo autoconocimiento que nos ayude a romper esas ataduras con los pecados de los antepasados.
Con este método, que a todas luces no es nada sencillo pero eficaz podremos romper una maldición generacional para que los próximos integrantes de la familia no carguen con ese peso energético. Lo primero es buscar ayuda con el supremo, si tienes la fe suficiente y la voluntad para que él te guíe serás una persona libre de todo mal.
La rutina diaria nos absorbe de una manera que hace difícil que nos podamos avocar a resolver un problema personal importante. Entonces, tenemos que ubicar que maldición generacional nos agobia y como resolverla para renovar nuestra vida.
Según la Biblia como se deben romper las maldiciones generacionales
Uno debe sentirse pleno ante cualquier situación de su vida. Por lo que se debe buscar como romper una maldición generacional de raíz. De acuerdo a estos sencillos pasos, iremos de la mano de dios a fortalecernos y curarnos de energías oscuras.
1- Ubicar el tipo de maldición
Lo primero será admitir que se tiene un problema. El estancamiento, el comportamiento repetitivo o la desgracia que nos persigue en cada acto de nuestra vida tiene un por qué. Por ende debemos saber interpretar que nos está sucediendo y como se debe solucionar.
2- Romper el maleficio
Sin duda ante el todo poderoso no hay mal que pueda. En esto tenemos que estar claros para romper las cadenas de la oscuridad con el poder de dios. Hay pasos determinantes para romper una maldición generacional, la biblia dice:
- Dale tu vida a Jesús; la sangre de Jesús quita nuestro pecado.
- Pelea la batalla con armas espirituales (como la palabra de Dios y la armadura de Dios).
- Recupera el control sobre el poder de tu voluntad. Cuando Jesús derramó su sangre, compró de nuevo nuestra fuerza de voluntad. A través de la sangre de Jesús, podemos decir que no.
3- Revertir la maldición
Existen tres propósitos que puedes completar para poder revertir de manera efectiva una maldición y seguir tu vida tranquila, estos son:
- Hay que reconocer al enemigo. Saber que no nos enfrentamos a un hombre sino al mal en general, nos llevará por buen camino para ganar en el plano espiritual.
- Se debe perdonar toda ofensa de tus semejantes.
- Hay que enfocarse en las causas y no las consecuencias. Allí reside la respuesta.
4- El amor es fuente de poder
El amor debe ser la respuesta ante todo en la vida. No hay nada que pueda contra la energía creadora de nuestro señor. Por lo que el “ama a tu prójimo como a ti mismo” tiene que ser cumplido al pie de la letra.
5- Cuida tus actitudes diarias
Es evidente que la actitud es como te enfrentas a cada obstáculo diario en tu vida. Pero de ello se evidencia tu capacidad de fe en dios. Se dice que Dios envía la lluvia sobre los justos e injustos. Pero depende de uno mismo saber cómo utilizar esa enseñanza.
6- Organiza tu lenguaje
Si estás bajo la fe de cristo, nunca tendrás de que preocuparte. Al menos si cuidas lo que sale de tu boca, recuerda que el verbo es creador y conductor de energía. Confía en el amor en Dios y perfecciona tu lenguaje hacia el bien.
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